La fibrilación auricular (FA) es un ritmo distinto al ritmo sinusal, donde en lugar de originarse el estímulo cardiaco en el nodo sinusal de manera ordenada, se originara en múltiples focos ectópicos (nodos sinusales falsos) hiperexitables en diversas partes del tejido auricular y algunas veces de los grandes vasos de manera desorganizada, esto generará una ausencia de despolarización auricular; sus características electrocardiográficas son las siguientes:
Al no contar con despolarización auricular ordenada, no tendremos onda P, y serán intercambiadas por pequeñas ondas f durante toda la línea isoeléctrica, indicativo que el tejido auricular esta fibrilando.
Este ritmo entra en la categoría de ritmos irregulares, debido a que el intervalo R-R tendrá variaciones significativas entre cada latido, esto generará una monitorización de la frecuencia cardiaca (FC) sumamente irregular y muchas veces no dependiente de la actividad física del paciente.
Lo más común es presenciar complejos QRS estrechos (<0.12s) debido a que el estímulo se origina en tejido supraventricular.
La presencia de FA, no es contraindicación por si misma de la sesión de ejercicio terapéutico, sin embargo debemos contemplar ciertos panoramas especiales:
La presencia de novo de la FA, o sea, que ya exista un antecedente de algún abordaje clínico e identificación propio de este cambio de ritmo, que puede suceder de manera permanente, o de manera paroxistica (que algunos latidos sean de FA y otros del ritmo de base del paciente). Debido a que su establecimiento a largo plazo esta muy relacionado con la aparición de Insuficiencia Cardiaca Crónica, su identificación debe ser siempre referida al cardiólogo para su oportuno manejo.
Dentro del manejo del ritmo, es importante considerar que lo pacientes tratados farmacológicamente por FA, tendrán una terapia de anticoagulación, esto debido a que este movimiento desordenado esta muy relacionado con la aparición de eventos trombo-embólicos, génesis de Eventos Cerebro-Vasculares (EVC) de tipo isquémicos. No contradictorio de la realización de ejercicio, sin embargo sí para los deportes de contacto, debido al riesgo de hemorragia interna o externa.
Recomendaciones generales de ejercicio terapéutico y monitorización en pacientes con FA:
La FC no nos servirá como objetivo para la intensidad del ejercicio aeróbico (por métodos como Karvonen o equivalentes) debido a su irregularidad, se recomienda basarse en escalas de percepción del esfuerzo como la escala de Borg o test dinámicos de calificación del esfuerzo físico.
Si bien la FC no servirá como guía de objetivo, si es importante considerar un promedio de FC, para ello tenemos que medir la frecuencia ventricular media (FVM) para conocer el promedio donde oscila las despolarizaciones por minuto del corazón, FVM <60 o FVM >130 son consideradas respuestas ventriculares lentas (FA de RVL) y rápidas (FA de RVR) respectivamente; y se recomienda en este caso, diferir la rehabilitación física hasta lograr un mejor manejo de la frecuencia, esto logrado principalmente mediante terapia farmacológica.
La FA puede coexistir con otras arritmias, con arritmias ventriculares de bajo o alto grado, con otras arritmias supraventriculares o eventos de isquemia que si pudieran condicionar el ejercicio o su intensidad.
Se recomienda monitorizar durante la rehabilitación a pacientes con diagnóstico de insuficiencia cardiaca, antecedentes de EVC, pacientes con constantes cambios hidroelectrolíticos como los pacientes con enfermedad renal, en casos de sobrecarga hídrica, y a los pacientes que cursan por procesos distributivos especialmente pacientes con diagnostico de choque septico en remisión ya que son los que se han descrito mayor alternancia del ritmo de base con FA
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