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¿ENTRENAMIENTO DE FUERZA EN PACIENTES CON INFARTO AL MIOCARDIO?

Foto del escritor: Lft. Josué Delgado CamachoLft. Josué Delgado Camacho

Durante muchos años, el ejercicio físico fue prohibido en pacientes con afecciones cardiovasculares en general, incluso actividades de la vida diaria como subir escaleras, cargar X cantidad de peso de algún objeto, y demás, esto porque se pensaba que el esfuerzo físico podría condicionar el deterioro funcional del ventrículo izquierdo al aumentar la poscarga, esto secundario al aumento reflejo de las resistencias vasculares periféricas propias de la contracción muscular.


Sin embargo desde estas ideas han pasado ya casi 100 años, y la evidencia científica se inclina a brindar al paciente con cardiopatía isquémica todas las medias necesarias para mejorar su capacidad funcional, esto incluye el ejercicio físico.


Clásicamente dos tipos de ejercicio se han colocado por encima de los demás por tener mayor impacto en la tolerancia al ejercicio, el entrenamiento aeróbico y el entrenamiento de fuerza-resistencia, este segundo con una aceptación mas lenta que el primero.


¿Qué aporta el ejercicio de fuerza?


Mejoría de la diferencia arterio-venosa de O2, mayor densidad mitocondrial, mayor expresión de sustancias endocrinas propias del musculo periférico reguladoras de inflamación crónica, mejoría de los umbrales ventilatorios, mejoría en la resistencia a la insulina debido a una mayor expresión de co-transportadores GLUT4, mejor respuesta endotelial al esfuerzo regulada por oxido nítrico, mayor densidad ósea, con esto mayor tolerancia al esfuerzo físico, y desde finales del siglo pasado, se vio muy relacionada con la mortalidad, la sobrevida y la calidad de vida, sin representar riesgo mayor a otro tipo de entrenamientos.


¿Cómo dosificar entrenamiento de fuerza en pacientes con cardiopatía isquémica?


Se han propuesto mucho tipos de evaluación, sin embargo las mas utilizadas son las Repeticiones Máximas (RM), en cualquiera de sus variables, utiizar de un 60 a un 80% de la RM, de 3 a 4 series de 8 a 12 repeticiones de manera general; actualmente el consenso del Colegio Americano de Cardiología (ACC), recomiendan sesiones donde se involucren grandes grupos musculares incluyendo ejercicios de peso libre, maquinas, pesas, ligas, bandas o el propio peso muscular.


¿Qué parámetros vigilar?


Como todo tipo de intervención física en una población especial, necesitamos valorar antes, durante y despues la respuesta clínica, hemodinámica y eléctrica:


·Clínica: ¿Cómo se siente el paciente? ¿Cómo se ve?

·Hemodinámica: ¿Cómo se comporta la FC, la TA, el Doble Producto y la SpO2.

·Eléctrica: ¿Cuál es el ritmo de base? ¿Cuál es la huella isquemica del antecedente de infarto? ¿Presenta arritmias con el esfuerzo? Si asi es, ¿Cómo la clasificó? ¿Detengo, continuo o bajo la intensidad? ¿Presenta cambios sugestivos de nueva isquemia durante el esfuerzo?


El fisioterapeuta al ser el encargado de la aplicación de ejercicio en tiempo real, debe tener las herramientas adecuadas para valorar la seguridad de la intervención, ya que si la aplicación de ejercicio en cardiopatía isquémica es segura, los reportes nos dan a conocer que los eventos adversos si bien son bajos, si existen.


Vigilar al paciente para prevenir, es tan valioso como guiar para mejorar.


Referencia:                                                                                                                  

Circulation. 2024;149:e217–e231. DOI:  10.1161/CIR.0000000000001189


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